MiAMBIENTE autoriza poda selectiva de manglares por riesgos a la salud y seguridad en Coco del Mar

El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) informa a la ciudadanía que se autorizó una poda selectiva y técnica del mangle blanco ubicado en el área de Coco del Mar, tras constatarse que su crecimiento descontrolado estaba afectando estructuras residenciales y representaba una amenaza directa a la seguridad y bienestar de los residentes.
El procedimiento, enmarcado en la Resolución DRPM-SCM-001-2025, se ejecuta bajo la responsabilidad del Municipio de Panamá y con supervisión técnica de MiAMBIENTE, tras una inspección realizada en campo. Durante el recorrido se verificó que las raíces del mangle están traspasando cercas perimetrales en las calles Begonia y Amapola, generando daños físicos a las viviendas y facilitando la aparición de focos de basura, plagas y enfermedades.
El informe de campo identificó, además, que una de las coordenadas del área en cuestión colinda con la Reserva Marino Costera Manglares de Panamá Viejo, mientras que las otras dos están fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). Esto permite la intervención sin comprometer zonas legalmente protegidas.
Vecinos también reportaron que la densidad del follaje y la acumulación de desechos estaban siendo utilizadas como escondite por personas ajenas a la comunidad, aumentando la percepción de inseguridad en la zona. Sobre esta situación, el Municipio de Panamá, bajo la supervisión técnica de MiAMBIENTE, mantendrá coordinación con los estamentos de seguridad pública para trazar un programa que enfrente y prevenga las posibles amenazas a la vida, honra y bienestar de los residentes afectados, contra posibles actividades delictivas y afectaciones a la salud, además de establecer un área de amortiguamiento que permita atenuar riesgos y salvaguardar las propiedades y el bienestar de quienes pudieran verse afectados.
El mantenimiento periódico de estos manglares estará bajo la supervisión de MiAMBIENTE, en coordinación con las autoridades locales y las comunidades afectadas, para garantizar la protección de la biodiversidad y que los servicios ambientales de los manglares no se vean comprometidos.