La restauración del suelo marca el camino del desarrollo sostenible

image_pdfimage_print

 

En el Día de la Conservación de los Suelos, que se celebra cada 7 de julio, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) resalta la importancia del manejo sostenible de la tierra para enfrentar el cambio climático, proteger los ecosistemas y garantizar la seguridad hídrica y alimentaria. En Panamá, la degradación del suelo representa una amenaza directa contra la calidad de vida y la resiliencia de los territorios.

Karima Lince, directora nacional de Seguridad Hídrica, señaló que, desde MiAMBIENTE, se impulsa una estrategia de intervención basada en el manejo sostenible de la tierra, enfocada en cuencas hidrográficas con alta presión ambiental, tanto rurales como urbanas. Las acciones incluyen restauración ecológica, reforestación con especies nativas, implementación de sistemas agroforestales y silvopastoriles, protección de fuentes hídricas y prácticas adaptadas a las condiciones de cada zona. Todo esto se desarrolla con acompañamiento técnico, participación de actores locales y procesos de monitoreo que fortalecen el uso responsable del suelo.

En cuencas hidrográficas como Pacora, en Panamá Este; La Villa, en Herrera y Los Santos; entre Tonosí y La Villa, en Los Santos; y Caimito, en Panamá Oeste, se evidencia que el deterioro del suelo afecta la calidad del agua, la productividad del territorio y la seguridad de las comunidades. En el caso de la cuenca del río La Villa, seriamente impactada por deforestación, uso desordenado del territorio y contaminación, estas intervenciones son urgentes. El suelo se está perdiendo más rápido de lo que puede recuperarse, manifestó Lince.

“La restauración de paisajes productivos no puede seguir siendo postergada. Cada zona intervenida, cada fuente hídrica protegida, representa un avance concreto hacia un modelo de desarrollo más sostenible. Este enfoque técnico y territorial busca generar beneficios ambientales y sociales, especialmente, en regiones expuestas a sequías, erosión y otros efectos del cambio climático”, afirmó Lince.

Las presiones sobre los suelos son múltiples: ganadería extensiva sin planificación, uso intensivo de agroquímicos, tala ilegal, incendios forestales y expansión urbana desordenada. Ante este escenario, MiAMBIENTE ha trabajado con gobiernos locales, productores, organizaciones comunitarias y comités de cuenca para integrar prácticas de conservación del suelo dentro de la gestión ambiental territorial. Estos comités funcionan como espacios de participación y gobernanza, y cumplen un rol clave en la toma de decisiones desde el territorio.

Lince indicó que se ha priorizado la elaboración de planes de ordenamiento territorial ambiental y de manejo en cuencas como Pacora, La Villa, el río Santa Bárbara, y entre el Santa Bárbara y el Chucunaque, en Darién. Estos instrumentos orientan la planificación del uso del suelo y la recuperación de funciones ecosistémicas. La funcionaria recalcó que “el reto va más allá de la acción estatal. La recuperación del suelo exige una nueva cultura de corresponsabilidad ambiental. Cada mejora en el uso del suelo, área restaurada, zona de recarga protegida, contribuye a restablecer el equilibrio ecológico y asegurar agua para el futuro. No hay sostenibilidad posible sin suelos sanos”.

Finalmente, Lince destacó que Panamá avanza en la actualización de sus Metas Nacionales de Neutralidad en la Degradación de la Tierra al 2030, como parte de su participación en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Este proceso permitirá contar con herramientas más precisas para orientar decisiones públicas, fortalecer la gestión técnica y construir un país más resiliente desde el territorio.

 

Vuelve al inicio