País propone medidas para frenar la contaminación por plásticos

Ginebra, 8 de agosto, 2025. Panamá asume su rol como referente regional en la lucha contra la contaminación por plásticos durante la continuación de la Quinta Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2), que se celebra del 5 al 14 de agosto en el Palacio de las Naciones, en Ginebra, Suiza. El objetivo de esta sesión es adoptar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos en todo su ciclo de vida: desde la producción hasta su disposición final.
Una de las principales banderas que lleva Panamá a la mesa de negociación es la reducción de la producción de plásticos vírgenes, es decir, aquellos fabricados desde cero usando petróleo, gas o carbón, una situación perjudicial para el ambiente, ya que diversos estudios han demostrado que para detener la contaminación plástica de forma efectiva no basta con mejorar el reciclaje o la gestión de residuos: es indispensable reducir la producción total de plásticos desde el origen. Además, Panamá ha sido una de las voces más firmes en pedir que el nuevo tratado incluya un sistema de cumplimiento claro y obligatorio, que no permita que los acuerdos queden solo en el papel.
La delegación está encabezada por Juan Carlos Monterrey Gómez, Representante Especial para el Cambio Climático; Debbra Cisneros y Kirving Lañas (Negociadores Principales del Proceso) e integrada por expertos del Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Misión Permanente ante Naciones Unidas en Ginebra y asesores técnicos especializados en derecho ambiental, gobernanza, finanzas y químicos. En total, 15 personas conforman la delegación. Todos los gastos han sido cubiertos por fondos de cooperación internacional, sin costo para el Estado panameño.
“Panamá no ha venido a estas negociaciones a improvisar, sino a liderar. Nuestra legislación, nuestra ciencia y nuestra visión están alineadas con un tratado que esté a la altura de esta crisis global. No hay tiempo que perder: necesitamos decisiones ambiciosas, con obligaciones claras y resultados medibles”, señaló el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro.
La postura de Panamá en este proceso se basa en cinco pilares clave: reducir la producción de plásticos vírgenes; asegurar que los productos plásticos se diseñen con criterios más seguros, reutilizables o reciclables; regular el uso de químicos peligrosos que afectan la salud humana; garantizar transparencia fiscal y comercial; establecer consecuencias reales cuando los países no cumplan lo acordado; y asegurar que los países en desarrollo reciban apoyo técnico y financiero para implementar las medidas del tratado.
En los últimos años, Panamá ha dado pasos significativos para reducir la contaminación plástica: desde leyes que eliminan gradualmente bolsas, carrizos y otros plásticos de un solo uso, hasta la reciente Hoja de Ruta de Acción para los Plásticos, que plantea una disminución del 67 % en este tipo de residuos al año 2040. Estas políticas forman parte de su estrategia de economía circular con enfoque climático.
Durante esta sesión se espera avanzar hacia el texto final del tratado, que deberá incluir responsabilidades claras para frenar la contaminación desde su origen, aplicar controles globales y asegurar su implementación real.