Rugido de esperanza: 270 jaguares emergen en el oriente nacional
• Los jaguares llegaron a América hace aproximadamente 200,000 años.
• En el censo se realizaron más de 30 expediciones en el terreno para el levantamiento de datos de jaguares, a través de 794 cámaras trampas en 355 estaciones de monitoreo.
• En todo el muestreo se procesaron y analizaron un total de 87,644 registros de distintas especies (puerco de monte, tapir, ñeque, rata espinosa, puma, jaguar, entre otros), obtenidos por las trampas cámara (fotografías y videos).
El felino más grande de América y el tercero más grande del mundo vive en Panamá desde hace siglos. Un estimado de 270 jaguares se encuentran en la zona oriental del país, según datos de la primera fase del Censo Jaguar desarrollado en esta región de la República.
El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), la Fundación Yaguará Panamá y ONU Ambiente trabajaron en este registro que abarcó la evaluación de aproximadamente 2,876,915 hectáreas, que representan, aproximadamente, el 38% del territorio nacional.
Todo esto forma parte del proyecto GEF 7: “Conservación de felinos silvestres y especies de presas a través de alianzas públicos-privadas y gestión de conflictos entre humanos y jaguares en Panamá”, centrado en la conservación de esta especie emblemática y su hábitat.
El trabajo incluyó la evaluación de las poblaciones de jaguares, otros felinos y mamíferos terrestres, así como el estado de conservación de sus hábitats (cambios de uso de suelo, deforestación, degradación y stock de carbono, entre otros).
Para cuantificar el número de jaguares, se han censado más de 141,000 hectáreas en 9 polígonos con cámaras trampas de áreas protegidas principales del complejo Parque Nacional (PN) Chagres-Parque Nacional del Darién: PN Chagres, PN Portobello, PN Soberanía, Área Silvestre Protegida Narganá en Guna Yala, PN Darién en la Serranía de Pirre y Cana, Reserva Hidrológica Filo del Tallo-Canglón, Reserva Natural Privada Bahía Piñas-Jaque, Reserva Natural Privada Punta Patiño y la cuenca media del río Chucunaque, que incluye la comunidad ganadera de Agua Buena-Chucunaque.
El presidente de la Fundación Yaguará Panamá, Ricardo Moreno, destacó que el censo debe cumplir con el objetivo de generar estrategias políticas y herramientas que permitan la protección y conservación de jaguares en esas áreas, donde se mantienen poblaciones saludables todavía y evaluar cuáles van a ser las estrategias para recuperar poblaciones en las zonas en donde ya no están los jaguares, como es el caso del Parque Nacional Soberanía, donde en los años 2022 y 2023 se hicieron dos muestreos intensivos de cámaras trampas, que revelaron que no hay evidencia de felinos en esta área protegida.
En relación con los resultados, Moreno destacó que los datos sobre los 270 jaguares indican que es una población saludable, sin embargo, enfatizó que es necesario mejorar la cobertura boscosa del área.
“Se debe seguir trabajando con todos los actores en la conectividad de algunas zonas importantes, continuar mejorando el manejo de las fincas ganaderas para que continuemos con el flujo de fauna por ende genético”, acotó.
En tanto, el jefe del departamento de biodiversidad de MiAMBIENTE, Erick Núñez, expresó que estos resultados son cruciales, debido a que permiten formular y aplicar políticas y estrategias de conservación basadas en los hallazgos del censo.
“Al tener estos datos se facilita el proceso de toma de decisiones para MiAMBIENTE, como entidad encargada de la gestión y conservación de los recursos naturales y la biodiversidad en el país. Esta información puede redundar en acciones que permeen en el bienestar del animal, ya sea mediante la expansión de áreas protegidas y corredores ecológicos, entre otras acciones”, afirmó.
Por su parte, el consultor Antonio De La Torre explicó que el censo trata de uno de los trabajos científicos con las estimaciones más robustas que se realiza en la región en los últimos años e, inclusive, en todo el rango de distribución del jaguar, que comprende 18 países en el continente americano.
“Con esto se busca conocer el impacto de las acciones de conservación que se implementan, fortalecer las políticas públicas para reducir las amenazas y promover la conservación de las poblaciones de este imponente e importante felino”, aseveró el experto.
El censo de jaguares se ha convertido en una herramienta poderosa para facilitar el trabajo con las comunidades. Los propietarios de las fincas ganaderas han facilitado el acceso a la tierra durante la fase de pregira y han participado en la selección de los sitios para la ubicación de las cámaras trampa y en las sesiones de capacitación.