MiAMBIENTE y la Embajada de Francia presentan ante el Congreso Guna un proyecto para fortalecer la resiliencia agrícola y la seguridad alimentaria en Guna Yala

Guna Yala, 18 de abril de 2025. Personal del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) y representantes de la Embajada de Francia en Panamá realizaron una gira interinstitucional en las comunidades de Isberyala (Nuevo Cartí), Gardi Sugdub, Narbagandub Bibi (Naranjo Chico), en la Comarca Guna Yala, para presentar el proyecto de cooperación del Fondo Equipo Francia: “Fortalecer la Resiliencia Agrícola y la Seguridad Alimentaria de las comunidades afectadas por el cambio climático en la Comarca Guna Yala”
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La visita incluyó la presentación formal del proyecto ante el Congreso General Guna, así como un proceso de consulta sobre la propuesta de Decreto Ejecutivo de Adaptación Climática, herramienta clave que organiza y articula el trabajo de adaptación a nivel nacional, sectorial y local con un enfoque inclusivo que incorpora a los pueblos indígenas.

Durante la jornada, se explicaron los cuatro componentes principales del proyecto financiado por el Fondo Equipo Francia:
1. Conservación del patrimonio genético agrícola, a través de la identificación de especies tradicionales vulnerables al cambio climático y la creación de un banco de semillas y vivero comunitario.
2. Fortalecimiento de capacidades locales, mediante capacitaciones en prácticas agrícolas sostenibles y liderazgo, dirigidas especialmente a mujeres y jóvenes.
3. Participación internacional, con la representación de líderes Guna en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en Niza en 2025.
4. Monitoreo y seguimiento del proyecto, para asegurar su implementación efectiva y medir sus resultados.

“La idea es que este proyecto no solo beneficie directamente a las comunidades de Isberyala, Narbagandub Bibi y Gangandí, sino que sirva de modelo replicable para otras regiones del país que enfrentan desafíos similares por el cambio climático”, explicó Simón Trichot, experto técnico internacional de Expertise France que colabora con la Dirección de Cambio Climático de MiAMBIENTE.

En relación con la propuesta de Decreto Ejecutivo de Adaptación, agregó que esta normativa se convierte en una herramienta que permite organizar el trabajo de adaptación a nivel nacional con una visión inclusiva y respetuosa de los saberes tradicionales. Este marco normativo facilita que proyectos como el presentado en Guna Yala se articulen con las prioridades del país, a la vez que impulsa soluciones sostenibles y culturalmente apropiadas, replicables en otras regiones vulnerables al cambio climático a nivel nacional.

Por su parte, la señora Romane Follet, agregada de Cooperación de la Embajada de Francia, detalló que el proyecto tiene una inversión de 100 mil euros y es ejecutado junto con el organismo regional Centro del Agua del Trópico Húmedo Para América Latina y El Caribe (CATHALAC) en coordinación con el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y el Congreso General Guna.

El enfoque es trabajar desde y para las comunidades, con respeto a sus conocimientos ancestrales, promoviendo la resiliencia agrícola en un contexto donde muchas familias han tenido que trasladarse del mar al continente debido al aumento del nivel del mar”, indicó Follet.

La presentación ante el Congreso Guna de estas comunidades, también permitió compartir el cronograma de actividades y asegurar el consentimiento previo, libre e informado de las autoridades tradicionales y tomar notas de sus observaciones.

Melania Morris, líder comunitaria en Isberyala, se mostró muy activa en el encuentro y aseguró que para ellos son muy importantes varios puntos de ambos proyectos; sin embargo, expresó especial interés en el apoyo para la conservación de semillas destinadas a la producción de alimentos.

Se describe como una mujer conocedora del campo, pese a haber residido muchos años en el mar; no obstante, es consciente de la importancia de trabajar con la comunidad en técnicas sostenibles de producción, así como de contar con apoyo en capacitación e insumos para generar empleo y garantizar la seguridad alimentaria comunitaria.

Luego de esto, se espera que las actividades avancen de manera coordinada con las autoridades tradicionales y las comunidades beneficiarias, mejorando su capacidad de adaptación frente a los impactos del cambio climático.