La 23.ª Comisión de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC23) tendrá lugar en Panamá, del 1 al 5 de diciembre de 2025

Ciudad de Panamá, 24 de noviembre de 2025 – Representantes de 196 países y de la Unión Europea se reunirán en Panamá del 1 al 5 de diciembre de 2025 para examinar sus esfuerzos contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía en el marco de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), una de las tres convenciones de Río, junto con la biodiversidad y el clima.
La 23.ª sesión del Comité de Examen de la Aplicación de la Convención (CRIC 23) de la CNULD reunirá a unos 500 delegados de gobiernos, la sociedad civil y el mundo académico para evaluar los avances en la consecución de los objetivos de la Convención.
Panamá, signatario de la CNULD desde 1996, se ha comprometido a alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras para 2030, ha identificado 31 puntos críticos y está impulsando programas de reforestación y adaptación en el Corredor Seco, lo que subraya su papel como anfitrión regional. En 2023, el país se enfrentó al año más seco de su historia, cuando la escasez de agua interrumpió el tráfico a través del Canal de Panamá y puso de relieve cómo la sequía local puede tener consecuencias a nivel mundial.
Juan Carlos Navarro, ministro de Ambiente declaró: “Nunca antes un país había acogido, en el mismo año, las tres principales convenciones medioambientales de las Naciones Unidas: sobre la acción climática, la biodiversidad, y la desertificación y gestión sostenible de tierras. Con ello, Panamá reafirma su compromiso con la conservación de la naturaleza y el avance del desarrollo sostenible, al tiempo que vuelve a hacer un llamamiento a la gestión integrada de estos tres pilares para hacer frente a la crisis planetaria y construir un futuro resiliente para nuestras comunidades”.
La secretaria ejecutiva de la CNULD, Yasmine Fouad, afirmó: “Las graves sequías y la pérdida de tierras fértiles ya están afectando a la producción de alimentos y energía, desarraigando a las comunidades rurales y amenazando los medios de vida de millones de personas. Esto es especialmente evidente en América Latina y el Caribe, una región que está experimentando una grave degradación de la tierra, fenómeno que afecta, por lo menos, al 20 % de su superficie total. Al acoger la CRIC23, Panamá se sitúa en el centro de la respuesta colectiva —desde su compromiso nacional con la naturaleza hasta la iniciativa regional del Corredor Seco— y contribuye a impulsar la urgente necesidad de resiliencia frente a la sequía y la restauración de la tierra en todo el mundo”.
Este CRIC hará especial hincapié en el género, destacando mejores prácticas y obstáculos para la participación de las mujeres incluidas las mujeres indígenas. Las mujeres se encuentran entre los grupos más afectados por la degradación de tierras y la sequía, pero siguen estando al frente de los sistemas alimentarios y del sustento de las familias.
Los datos recientes de la CNULD muestran la urgencia: el mundo está perdiendo casi 100 millones de hectáreas de tierras sanas al año, y más del 70 % de las tierras se han vuelto más secas en las últimas tres décadas, lo que compromete la capacidad del planeta de sustentar a una población creciente. Para alcanzar los objetivos mundiales de restauración de tierras se necesitarán 1.000 millones de dólares al día hasta 2030, una fracción de lo que el mundo gasta en subvenciones perjudiciales e inversiones insostenibles.
La CRIC 23 se celebrará en el Panama Convention Center. Las partes: examinarán los progresos y formularán recomendaciones para la resiliencia a la sequía y los objetivos mundiales para 2030 en materia de tierras; debatirán el marco estratégico para después de 2030; colaborarán con las principales partes interesadas, incluidas las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas y las comunidades locales; y asistirán a la presentación del Compromiso de Panamá con la Naturaleza y otros informes importantes.




