Estudio revela alto riesgo de sequías e inundaciones en la cuenca del río Chiriquí
La cuenca hidrográfica 108, correspondiente al río Chiriquí, enfrenta riesgos crecientes de sequía y alteración del régimen hidrológico, especialmente en zonas urbanas y agrícolas del occidente de la provincia, según revela un reciente estudio presentado por el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE).
El análisis, elaborado por la Universidad de IHCantabria en el marco del programa Cuencas Resilientes, liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y financiado por Euroclima+, advierte además que los escenarios climáticos futuros podrían agravar estas condiciones, afectando la disponibilidad y gestión del agua en la región.
De acuerdo con Sila Boya, jefa de la Sección de Cambio Climático de la Dirección Regional de MiAMBIENTE en Chiriquí, el estudio busca fortalecer la seguridad hídrica y la resiliencia climática en Panamá, aportando información técnica clave para la planificación sostenible de los recursos hídricos.
El informe también evalúa el riesgo de inundaciones fluviales, advirtiendo que el cambio climático podría aumentar los impactos económicos sobre viviendas, cultivos e infraestructura crítica. Por ello, se recomienda reforzar la planificación territorial y la protección de activos esenciales.
En cuanto al estado de los ecosistemas, la cuenca mantiene una idoneidad media-alta para el bosque latifoliado mixto, con buena capacidad de regeneración en su cabecera. Sin embargo, el uso intensivo del suelo limita su expansión, lo que resalta la necesidad de conservar y restaurar áreas boscosas como parte de las soluciones basadas en la naturaleza.
El proyecto, enmarcado en la Estrategia Nacional de Adaptación al Cambio Climático, integra modelación hidrológica, análisis de género y enfoques ecosistémicos, reafirmando el compromiso del país y de sus aliados internacionales con la gestión sostenible del agua y la resiliencia ambiental.
Datos clave:
La cuenca 108 del río Chiriquí abarca 1,905 km² y abastece agua para consumo humano, agricultura e hidroelectricidad. Su caudal alimenta centrales como La Fortuna, que genera 300 MW, siendo una de las más importantes del país. Por su relevancia estratégica, MiAMBIENTE prioriza su ordenamiento territorial y gestión sostenible.

